Ese gesto tan entrañable como el amadrinamiento de una Hermandad más antigua hacia una nueva es algo que no es obligatorio, no lo impone la Hermandad Matriz ni mucho menos. Es una demostración del cariño y fraternidad que existe entre todas las Hermandades Filiales, las unas con las otras. Esa muestra de afecto es algo que sin duda viene de ese amor que la Virgen del Rocío ha sabido transmitir a sus hijos.
Desde que allá por 1813 la Hermandad de Triana fuese amadrinada por Villamanrique, todas las Hermandades han sido amadrinadas y se sigue guardando esta tradición de ser presentadas por otra corporación más antigua para formar parte de la familia rociera. Todas excepto Huelva, que según su Junta de Gobierno, no se tienen datos históricos de ello.
Algo que no solemos ver y la mayoria no conocen es que este amadrinamiento va más allá de ese momento tan mágico y especial cuando la nueva Hermandad se presenta oficialmente ante la Hermandad Matriz y la Blanca Paloma el Sábado del Rocío junto con su Hermandad Madrina. Además existen pequeños detalles como el invitar a la Hermandad madrina o ahijada cuando tienen la Misa en el Santuario en un domingo cualquiera para que escuchen misa y compartir un día entrañable de comida y convivencia. Esos gestos son los que hacen Hermandad y unen más, si cabe, a la familia rociera.
Los amadrinamientos han sido generalmente por otra Hermandad, aunque algunas veces esto cambia, como es el caso de la Hermandad de Almería, que en 1986 fue amadrinada simbólicamente por las restantes provincias de Andalucía, haciendo su entrada con la Hermandad de Huelva. También la Hermandad de Algeciras fue amadrinada por las seis Hermandades de Cádiz, haciendo su entrada con la Hermandad de Sanlúcar de Barrameda.
Como caso único, la Hermandad de Coria del Río fue amadrinada por la Hermandad Matriz de Almonte.
Feliz fin de semana amigos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario